Este artículo está escrito en inglés y en español.
ANTECEDENTES DEL MUSEO R.P. GUSTAVO LE PAIGE S.J.
En la región de Antofagasta Comuna de San Pedro de Atacama, localidad asentada en el margen noreste del salar de Atacama, a unos 96 km al suroeste de la ciudad de Calama y a 2.436 msnm, se localiza el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo R.P. Gustavo Le Paige S. J., entidad dependiente de la Universidad Católica del Norte de Chile.
El reconocimiento del Museo de San Pedro de Atacama deviene de la relevancia de las colecciones que resguarda, resultado de la obra desplegada por el R. P. Gustavo Le Paige, Sacerdote de origen Belga, quien llega a Chile en al año 1952, asentándose en San Pedro de Atacama en el año 1955, combinando desde entonces su trabajo como arqueólogo con el de párroco de la localidad por más de 20 años de su vida formando una de las más grandes colecciones de Sudamérica. Este patrimonio es testimonio de una línea cultural ininterrumpida de ocupación humana en el salar de Atacama que nos hablan de la tremenda fortaleza del hombre Atacameño para vencer y domesticar el desierto más árido del planeta.
Las colecciones en resguardo han logrado perdurar en la barrera del tiempo estableciendo un equilibro con el entorno desértico, permitiendo la conservación de ejemplares que en otros contextos sería imposible. En su caracterización le integran materialidades de origen orgánico e inorgánico, textiles, maderas, cesterías, cerámicas, metales, líticos, material osteológico, malacológico, etnográfico etc.
ANTECEDENTES DEL PROYECTO
Dentro de una de las etapas de la ejecución del proyecto en curso: “Reposición Museo Arqueológico R.P. Gustavo le Paige, San Pedro de Atacama” (Código BIP 30092959) el cual plantea la construcción de un nuevo edificio con las condiciones infraestructurales requeridas para el resguardo y protección adecuada del patrimonio en custodia, fue necesario trasladar las colecciones a una infraestructura diseñada y edificada para albergar las colecciones arqueológicas que custodia el museo en condiciones adecuadas y de seguridad durante el tiempo que demore la construcción del nuevo edificio.
El proceso del traslado de las colecciones a las nuevas dependencias se llevó a cabo gracias a la coordinación establecida entre las distintas entidades involucradas y todos los actores integrados a este propósito. Implicando el perfeccionamiento continúo de una serie de acciones que en consideración al volumen del material desplazado y el contexto donde se desarrolló, constituye una experiencia única en su tipo en Chile.
El museo constituye una entidad simbólica de la Comuna de San Pedro de Atacama, no solo en el imaginario colectivo local, sino además, lugar de interés del visitante nacional y extranjero que arriba a este Municipio. Su cierre temporal produjo un desconcierto siendo consultado con habitual frecuencia la existencia de alguna alternativa que permitiese conocer el testimonio de la Cultura de esta localidad.
Acorde a lo anterior y en cumplimento de uno de los ejes estratégicos de prioridad institucional la dirección del museo propuso desarrollar un proyecto de exposición dentro de una de las áreas de reserva en el actual recinto donde nos emplazamos. Con esta iniciativa se daría respuesta al interés del público solicitante de un espacio temático asociado, fortaleciendo simultáneamente la continuidad en la Puesta en Valor del Patrimonio en resguardo.
DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO MUSEABLE (DAM)
El depósito arqueológico museable (DAM) plantea una exhibición en un contexto u ambiente diferente al tradicional siendo uno de las áreas de almacenamiento el espacio concebido para el cumplimiento de este objetivo. Cabe señalar que el área de acopio de las colecciones hace referencia tanto al lugar donde son resguardadas las piezas, como al mobiliario, los métodos, los materiales empleados para su conservación y debida protección. La puesta en marcha del proyecto implicó el estudio de todas las variables técnicas a contar en vistas a implementar las medidas de mitigación necesarias ante los posibles riesgos de daños en las muestras que pudiesen implicar su funcionamiento.
La manera de presentación de los materiales arqueológicos ha sido concebida radicalmente opuesta al modo de exhibición tradicional que se utiliza en las salas expositivas, en un ambiente diferente al discurso o guión museológico-museográfico curatorial tradicional; sin lecturas necesariamente limitadas por un guión, adquiriendo protagonismo los objetos por si solos desde sus atributos[1], los cuales han sido agrupados bajo criterios de conservación relacionado a su naturaleza. Desde esta concepción el visitante podrá apreciar el patrimonio reservado destacando en ello, el diseño de un montaje adecuado al dispositivo de su almacenamiento, a través de los embalajes fabricados individualmente con materiales especiales que a su vez sirven de apoyaturas sobre las estanterías de los muebles que le contienen.
Dado que se trata de un área con capacidad para pocas personas el acceso del público se ha definido de forma gradual y controlada, con un recorrido inducido, minimizando con ello la incidencia de los visitantes en la estabilidad de los objetos en muestra. La propuesta en sí, no limita al patrimonio su descanso, sino más bien lo redefine en una alternativa de exposición bajo condiciones diferentes y en algunos aspectos más controladas aún, permitiendo al visitante, no solo valorar al acervo cultural existente, sino, además, conocer sobre los trabajos técnicos de conservación que se desarrollan orientados a su protección en su sentido más amplio.
RELEVANCIA EN LA MUESTRA
Dentro de este espacio expositivo una de las piezas que sin dudas se roba la mirada del visitante y despierta el mayor interés ha sido la pieza textil Túnica Tiahuanaco, cultura arqueológica que se desarrolló en los actuales países de Bolivia, Argentina, Perú y Chile entre los años 1580 a. C. y 1187 d. C.
Esta prenda procedente de un contexto funerario fue excavada por el R. P. Gustavo Le Paige en el año 1975. Atribuida a un cuerpo momificado por desecación natural el cual yacía a 40cm de profundidad en posición fetal, mirando hacia el este de la localidad, en una tumba pozo en la zona central del cementerio de Coyo[2]. Las condiciones climáticas que persisten en este árido desierto permitieron la preservación de todas propiedades entregándonos evidencias invaluables de su vida y su época.
Constituye una pieza única en su género de la cual no existe hasta hoy otro ejemplo en tales condiciones de conservación. Es una pieza de excepcional belleza en el que se conjugan permanentemente la fuerza de lo visual y lo táctil. Se trata de un fino textil de extraordinaria complejidad técnica, tejido en la técnica de tapicería enlazada, empleando finos hilos de alpaca que estructuran un textil muy denso y suave a la vez. Su iconografía y factura hacen referencia a la cultura foránea tiahuanacota. Sobre el mismo se teoriza que fue creado probablemente para ser usado en ocasiones muy especiales por un personaje de gran jerarquía.
Frente a estas deslumbrantes piezas, cabe recordar que en la región andina los más hermosos tejidos eran destinados a ser ofrendados a los dioses quemándolos en los altares. En consecuencia, los tejidos no solo fueron prendas útiles en la vida cotidiana del hombre, sino tal vez, por la ardua dedicación, tiempo y entrega, pudieron adquirir la dignificación necesaria para servir como sacrificio.
Dado el grado de fragilidad que muestra este valioso textil, su exposición al público solo sería posible bajo estrictos estándares de conservación que garanticen su estabilidad. Esta condición se ha logrado gracias a la generosa donación realizada por Tru Vue Inc. fabricantes de productos de acristalamiento de alto rendimiento para el enmarcado de obras de arte y líderes innovadores en la protección de todo lo enmarcado y exhibido.
Se trata de un acrílico con propiedades especiales fabricado con revestimientos antirreflectantes, 99% de protección UV, con resistencia a la rotura, a la abrasión, antiestático y prácticamente invisible que funciona como el vidrio y en el que los museos más renombrados del mundo han depositado su confianza. El material donado, a través de la gestión efectuada por la directiva de la empresa SurPatrimonia Limitada representantes en Chile de Tru Vue, corresponde a la marca TRU VUE Inc, calidad Optium Museum Acrylic® 4,5 mm; producto que ayuda al cuidado y la conservación de materiales muy sensibles como es el caso de esta pieza textil.
El material fue trasladado desde Faribault, Minnesota (EE. UU) hasta Santiago de Chile, y luego a San Pedro de Atacama con el especial objetivo de ser implementado para una vitrina de alto estándares de conservación que permitiesen mostrar por primera vez al público este valioso Textil de la época de la Cultura Tiahuanaco. La vitrina que ha sido elaborada a la medida de la túnica posteriormente será utilizada en la exhibición permanente de la colección en el nuevo museo proyectado para San Pedro de Atacama. Las dimensiones de la vitrina son las siguientes.
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[1] Rasgo reconocible, una variación independiente de cualquiera de los elementos que componen un artefacto o como lo define D. L. Clarke (1984): “un carácter lógicamente irreductible de dos o más estados, actuando como variable independiente en el seno de un sistema de artefactos específicos”.
[2] Ayllu de San Pedro de Atacama
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