Este artículo está escrito en inglés y en español.
Previo a la apertura de Casa Mella Russo, y durante todo el desarrollo del proyecto se incorporó una extensa red de actividades, siendo la conservación un componente esencial que dio lugar a una visión integral con el fin de favorecer la adaptación e implementación de protocolos y medidas imprescindibles para que el proyecto expositivo y de almacenamiento, basados en criterios de mitigación de daños, a su vez, la adecuada selección de materiales con el fin de aportar estabilidad a las obras, en lo que se refiere a su contexto ambiental y a sus características físicas. El examen técnico de las obras se llevó a cabo empleando una variedad de métodos para ayudar a determinar las técnicas de los artistas, antes de decidir un enfoque para el tratamiento de conservación.
Tal y como se estila en un proyecto de esta naturaleza, en el momento del diseño y planificación de las diferentes fases que serían desarrolladas, se analizaron actuaciones que fueran adecuadas para asegurar la protección y salvaguarda de las piezas. Para ello, se tomó en consideración, en primer lugar, las características físicas del edificio, aún más, cuando se trata de una casa histórica de la época colonial, y la compresión y definición del plan museográfico.
Casa Mella-Russo se encuentra ubicada en un espacio colonial del antiguo casco histórico de la Ciudad de Santo Domingo. La restauración de la Casa se inició en el año 2016 y durante la intervención se encontraron restos arqueológicos de importancia cultural que hoy forman parte de la exhibición permanente. Las puertas de la CMR se abrieron al público el 11 de noviembre del 2021. El nuevo espacio alberga y exhibe una colección de obras que provienen de destacados artistas dominicanos y extranjeros. El núcleo, sin embargo, es el arte dominicano del siglo XX y XXI.
La propuesta de conservación y restauración presentadas, implicó la redacción de un examen diagnóstico y propuesta de tratamientos que recoge el estado de conservación de los bienes que forman parte de la colección, prestando atención a los objetivos de la política de intervención establecidos, la naturaleza, variedad y condiciones de los materiales, tanto aquellos que conforman el objeto artístico como los usados en cada uno los procedimientos, cumpliendo con las especificaciones técnicas y teniendo en cuenta la conservación preventiva y, en particular, atendiendo a las condiciones en las que serían expuestas y almacenadas las obras después de la intervención. Junto al enfoque que se determina a través de la ciencia de los materiales y la investigación analítica, los criterios de intervención aplicados son concebidos en torno a los principios de que la conservación es parte de un proceso holístico que envuelve aspectos como la estética, estado de condición, interpretación y presentación. Lo que, contribuyen a establecer un panorama más completo de cada uno de los bienes, los cuales siempre son considerados únicos, y que presenta características muy propias.
Llegados a este punto, se planeó que todas las medidas y acciones encaminadas a salvaguardar el patrimonio cultural y artístico que está bajo la custodia de CMR, fueran concebidas bajo normativas técnicas aplicables para garantizar su accesibilidad a las generaciones presentes y futuras. Esto incluyó la selección de un sistema de exhibición que permitiera a los visitantes disfrutar las obras sin riesgo de daños superficiales y acumulación de suciedad, así como protección de los cambios ambientales. Se pensó en un enmarcado estructuralmente sólido, junto a los refuerzos externos, sub-estructuras y sistemas de suspensión que aporten estabilidad a las obras.
Una formidable tarea, que podría catalogarse como un precedente muy significativo en cuanto a la gestión museográfica y curatorial en la República Dominicana, fue el diseño y la construcción artesanal de los más de 200 marcos en madera de caoba que decoran y protegen las pinturas y los dibujos que forman parte de la colección. Todos los materiales incluidos en los tratamientos de conservación son de calidad de museos y adecuados para cada una de las obras trabajadas. Con esto se busca garantizar la seguridad y longevidad de los bienes. Cabe mencionar que esta tarea implicó la participación de Christopher Ferguson, conservador de marcos del Museo de Arte de Filadelfia, quien tuvo bajo su responsabilidad el diseño. En varias estadías en la ciudad de Santo Domingo, Chris impartió un intensivo entrenamiento sobre diseño de marcos, teñido y aplicación de pan de oro a los técnicos del Instituto para la Conservación e Investigación del Patrimonio.
Por supuesto, el sistema de protección de las obras sobre papel, en este caso la colección de dibujos del CMR, debía cumplir con las expectativas del campo de la conservación preventiva, en la selección del enmarcado se optó por las láminas de protección Tru Vue® Optium Museum Acrylic®, por ser perfectamente transparente, pero también tener propiedades antirreflectantes, antiestáticas, anti-UV, antirayaduras y ser resistente a los disolventes. Esta fue una opción consensuada con los curadores y dueños del proyecto. En consecuencia, cuanta más protección recibiera, mejor.
La selección del enmarcado de las obras no solo estuvo basada en el aspecto estético, sino que se tomó en cuenta cada uno cumpliera con los criterios establecidos en el campo de la conservación. El enmarcado también se pensó atendiendo las condiciones medioambientales de la isla y la alta incidencia de insectos xilófagos que se encuentran presentes en la Ciudad Colonial.
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